Kevin Barnes y los suyos son una maquinita incansable de componer discos. La novedad en este
False Priest es que vuele, como en sus viejos trabajos, a apostar por el baile, el funk y la psicodelia, pero lo hacen con tracción a sangre. Si, todavía hay mucha máquina por ahí, pero ya abandonaron ese despilfarro techno con el que nos venían quemando la cabeza en los últimos discos. siguen dando cátedra a la hora de meter arreglos de voces y ponerle color a la vida.
Javier Diz y Julián Fernández Mouján
Los Inrockuptibles Ago/10
Skeletal Lamping (2008)
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