lunes, 6 de septiembre de 2010

107 Faunos - Creo Que Te Amo

Las canciones de 107 Faunos son como las gotas de lluvia de Julio Cortázar que se están por caer de la ventana. Tienen esa inestabilidad, están en el pre estado de viaje hacia el abismo que a uno le hace temer lo peor, gesticular y gemir un “ay ay ay”, pensar un “en cualquier momento ¡plaf! ¡Beso nuclear al piso!”.
Pero no, che, estas gotas no se caen. Son unas heroínas inconcientes con más corazón valiente a lo Juana de Arco que técnica académica de West Point. Por su bella terquedad es que no se caen. Y asumen el frente climático rezongando en risas su desorden vital, destartaladas y adorables, resistiendo con espadas y garras hechas en casa. Apostamos a que el mono de Bono y su estación de subte darían Irlanda por ellas. Porque La Garra que se ve en el dvd bluray de la gira 360º con la que tratan de mantenerse en el escenario del presente es la más maravillosa cosa multimedia de los últimos tiempos menos rock. Lo repetimos: es ma-ra-vi-llo-sa menos rock. El problema de U2 2010 es que saben muy bien lo que hacen, y entonces, convengamos, algo del fuego sagrado se pierde. El rock, a veces, es no tener idea de cómo hacerlo.
¿No los aburren algunos músicos que en el balcón de sus canciones tienen 70 acordes y ninguna flor de emoción? A nosotros sí, por eso estamos imantados detrás de 107 Faunos, gustamos de ellos en el playlist de Myspace, en los locales donde tocan y en todos los perfiles de Facebook. Ahora que se banquen el acoso, ¿eh?, que digan lo que sentimos y no nos sale decir en lindo, que nos salven el principio de década y que saquen un puñado de discos con sangre, humor, amor y Moria, repletos de canciones para conquistar el mundo y nuestro cuarto.
Si en el futuro nos defraudan, si los que vienen naciendo no cumplen las expectativas, imploramos ser demasiado viejos para esto. Y ahí sí, palabra, dejaremos un ojo y medio de la cara en la boletería virtual de ticketsarmiento para escuchar a la cabeza parlante de Bono como en el museo de Futurama.
Martín Brossard

No lo habríamos podido expresar mejor, así que gracias a:

En Plena Acción

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