Después de una desintoxicación que le costó la sonrisa, Eminem ha vuelto a ser Marshall Mathers, un rapero dañado tanto por sus excesos como por los de otros, que no puede siquiera reir de su parloteo y de las groserías que acumula en sus álbumes. Los sarcasmos negros se han apagado. "En este disco, el tono es diferente. Tal fue mi desafío: detenerme un poco en el medio de esta vida y ser serio por un instante. he escrito frases que pesan sobre mi conciencia". Recovery es un disco menos gracioso. Poco importa la sangre que salpica durante la operación catártica. el rapero muestra con una honestidad tan brutal como conmovedora el desastre que devino su vida, a riesgo de revelar sus debilidades sobre temas que sus pares evitan con constancia. Allí donde la mayoría se deshace en explicaciones miedosas para justificar sus ataques personales, Eminem arranca ese velo hipócrita mirando el fondo de si mismo." la sangre corría por mis venas, al borde de la locura/ casi escribo una canción contra Lil wayne/ Porque estaba celoso de su éxito/ Él rapeaba cuando yo ya no podía".
en recovery Eminem se muestra mordaz, arrogante y nervioso, aunque sus ego-trips parecen por momentos destinados a tranquilizarlo mas que a deshacer a los MC de enfrente. Parece un hombre cansado que responde como una máquina a las preguntas.
Thomas Blondeau
Los Inrockuptibles Ago/2010
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